Relator (en off):
Francisco Iº pasa por un período depresivo, ya ni siquiera
las batallas que pierde logran despetarlo de su apatía. Rafaello
de Cremona dejó de rondar la corte hace ya mucho tiempo y los
esbirros que el rey envió en su seguimiento, pronto lo perdieron
de vista, aunque sospechan que partió hacia Sevilla. El monarca
cree recordar que Rafaello es un agente secreto a su servicio, pero
ni él mismo se atrevería a asegurarlo. Se aburre e increpa
a sus cortesanos, los insta a que vayan en busca de entretenimientos
que disipen su tedio.
Francisco
I:
Hace un mes que ya no juego
que no juego al ajedrez
ni siquiera aguanto el ludo
ni tolero el ta-te-ti
Oh,
infames cortesanos, para qué servís
si entretenimientos no me conseguís
CORO:
Compañeros nos conviene
ir a buscarle algo al rey
algo para divertirlo...
Francisco I: ... para qué servís
Dios mío, Dios mío, que rey tan furioso
tan furioso yo, tan furioso yo.